Lo bueno que tiene el asistir a ciertas kddas es el reencuentro con muchos amigos y conocidos a los que hacia tiempo que no veías. Pero si se deja a un lado esta faceta personal y “egoista” y se piensa en los niños, los protagonistas de este tipo de encuentros, se comprueba la misma sensación, además de la satisfacción de saber y ver que los niños disfrutan a sus anchas del espacio y de las actividades que se hacen para ellos.
Bien es cierto que por nuestra tierra, hablo de la zona centro de España (las dos Castillas, la comunidad de Madrid e incluido Extremadura), no hay, por decirlo de alguna manera, entre el gran número de kddas organizadas, muchas kddas pensadas para los niños. Que yo conozca solo hay dos que se han mantenido en el tiempo: La Kdd con niños del Bierzo con ya tres ediciones, y de la que ya os he hablado en una entrada anterior, y esta de Sanabria, con también tres ediciones y de la que os hablaré a continuación. Por suerte si ampliamos un poco el círculo encontramos otra en Gijón, la kdd del Autocine, con dos ediciones, a la que también he tenido la suerte de asistir, y alguna más en Galicia, desconocida para mi. Y si cogemos todo el territorio español la oferta se amplía con alguna kdda en Andalucía y con un mayor número en el Levante español, sitios a los que por distancia y tiempo no he tenido la fortuna de asisitir.
También es justo añadir, antes de contaros mi crónica personal de la kdda, que todas estas kddas a las que he asistido son posibles gracias al gran esfuerzo personal y desinteresado de sus organizadores y colaboradores: Camioneta, Viñales, Rriesgo y en esta ocasión Campero, ayudado por su fiel amigo Carlitos. Sin citar los nombres o nicks de sus parejas, que aunque hacen una gran labor de apoyo e intendencia, ceden humildemente el protagonismo a los anteriormente citados.
La Kdda de Sanabria se realiza en el camping de Puebla de Sanabria. Los motivos principales pueden resumirse en dos: el poder contar tanto con una infraestructura adecuada para tantas autocaravanas como con instalaciones y medios suficientes para permitir realizar actos y actividades colectivas en un lugar resguardado al amparo del frío que suele hacer por estas fechas, finales de febrero o principios de marzo, y el poder contar con sitio seguro para los niños, donde niños y padres puedan disfrutar de una forma más tranquila de la kdda y sus gentes. Quizá no sea ni el único ni el mejor sitio y sería de agradecer poder disfrutarla en un espacio público, abierto pero controlable y seguro, porque no hay que olvidar que se va con niños, donde se permita concentrar a un amplio número de autocaravanas y furgos. Pero sé que eso supondría cargar de mucho más trabajo y responsabilidad a su organizador, quien ya dedica un gran esfuerzo y mucho tiempo en organizarla, y con el añadido de que no es residente ni vecino de la zona.
III Kdda de niños y nieve de Sanabria
El viernes, como sucede en casi todas las kddas de fin de semana, es día de encuentros y saludos. Los asistentes vamos llegando de forma escalonada y los primeros instantes se dedican a acomodarse y a saludar a viejos amigos. Como llegamos a buena hora, antes de la cena, pudimos asistir y compartir alimentos y bebidas con algunos de los asistentes. Aquí suele notarse la ausencia de la gente nueva en estos lances, ya que en estos primeros momentos el ambiente resulta un poco frío, sobre todo para los nuevos que desconocen o les resulta un poco violento este primer contacto socio-culinario.
Larga sobremesa y dilatadas conversaciones en pequeño comité y a la cama, porque el sábado hay que madrugar para salir a las 9 de la mañana hacia la Laguna de los Peces en busca de la nieve. El sitio suele ser muy concurrido, de ahí que haya que ir pronto para coger sitio para nuestros vehículos.
El toque de “diana” se hace pronto para que la gente se vaya espabilando y poniendo en movimiento. Organizar y conseguir mover a más de medio centenar de autocaravanas y furgos no es fácil, y siempre hay algún retrasadillo.
En la Laguna de los Peces nos encontramos con menos nieve de la esperada porque las lluvias de los últimos días limpiaron bastante las laderas de la montaña. Nos recibe un día frío que poco a poco se va haciendo más desapacible, pero hay tiempo suficiente para buscar una ladera nevada junto al lago donde niños y mayores se deslizan por su ladera o crean un gran muñeco de nieve, totem aglutinador y punto de encuentro fotográfico para el recuerdo.
Vuelta al camping. Momento para que los niños jueguen mientras los adultos compartimos aperitivo, charla y sonrisas.
La tarde se inicia, sin apenas tiempo para reposar la comida, con talleres de manualidades para los niños realizados de forma altruista y generosa por algunas madres (y digo bien: madres, ya que fueron ellas quienes se cargaron sobre sus espaldas esta labor), con un mercadillo con escasa presencia y participación y con el tan conocido y de fama dudosa “Campeonato de futbolín” ;-), en el que organizadores y dueños del camping siempre han sido grandes protagonistas. Por suerte este año el triunfo cayó en otras manos.
Sin a penas pausa, se realiza el desfile de disfraces por el pueblo. Con carrito (de la compra) musical en ristre y una amplia representación de disfraces infantiles y de algún que otro adulto se recorrieron las empinadas y empedradas calles del pueblo que conducen hasta el castillo, en lo alto de Puebla. Música, corros y un poco de descanso, y retorno al camping antes de que la noche caiga, para llegar a tiempo del espectáculo de Mundo Piruleta, un actor y animador habitual en este tipo de encuentros. Actuación que, junto con la discoteca móvil que se hizo después de la cena, corrió a cargo de los dueños del camping, un detalle que es de agradecer.
Finalizado el espectáculo, el punto dulce lo puso la chocolatada acompañada de unas nutritivas pastas, gentiliza y desvelo de un par de familias autocaravanistas (perdonad que no dé nombres, pero para evitar olvidos o posibles erratas en los nombres de los distintos colaboradores altruistas de la kdd prefiero no darlos. Espero que lo entendáis ya que lo importante no es quién sino el qué y esa entrega desinteresada que suele darse en este tipo de encuentros por parte de algunas personas, que dan un gran valor humano a estos encuentros).
La cena, aunque era un buen momento para la socialización hubo de hacerse de forma más individualizada, el salón de actos no podía usarse porque había que acondicionarlos para la sesión disco de la noche.
Este tipo de cena, lo agotador de un día lleno de actividades y la nula empatía del pincha para con el público de la kdd restó mucho público y animación al resto de la velada. Velada que se inició con un concurso de aguadientes, cinco a concurso de distintos tipos que fueron degustados por un jurado compuesto por los propios concursantes y algunos decantadores de licores y, como es de suponer, sin la presencia de ningún niño ;-). Ganó un orujo blanco, a cuyo propietario prefiero mantener también en el anonimato.
La queimada se hizo de rogar, tardó en prender. No sabemos si por culpa de la pericia de los poco iniciados maestros de ceremonias, por la mezcla “adulterada” de distintos orujos o por el mal de ojo de las meigas. Aquí ya el público era reducido pero quedo prácticamente disuelto ante la forma de pinchar, muy “moderna” y totalmente desconectada de su público, del joven pinchadiscos que debía animar la noche, quien finalmente se hizo con un público con ganas de moverse no asistente a la kdd. Cosa poco apropiada que el Campero hizo llegar a los propietarios del camping y organizadores del acto.
El domingo se planteaba muy turístico. Se inicia con la visita al Castillo de los Condes de Benavente (un castillo con un interesante recorrido por sus salas y espacios y con una magnífica vista del paisaje sanabrés) y termina con la visita al Museo de Gigantes y Cabezudos (un pequeño espacio en el que se recogen gigantes y cabezudos de gran tradición y arraigo en el pueblo, algunos de hace más de un siglo).
Poco después, algunos iniciaron el regreso. Ese regreso escalonado que va descomponiendo poco a poco toda kdda. Otros mientras tanto decidimos compartir delicias culinarias, caldos variados y entrecortadas conversaciones para demorar esa vuelta a casa inevitable.
Un fin de semana muy completito y entretenido, en el que tiempo nos regaló un clima casi primaveral y que sirvió de arranque para la temporada de kddas con niños (en la que alguno de sus asistentes se animó a organizar alguna cosilla). Año que esperemos que sea más completo y variado en este tipo de encuentros.
Finalmente, agradecer a su organizador, Campero, su trabajo y sus desvelos, y a los asistentes su compañía y los buenos momentos pasados. Y agradecer a todos los asistentes que han permitido y alentado el uso de fotografías para ilustrar esta crónica.
Si tenéis curiosidad por ver más fotos y algún comentario de este encuentro os dejo los enlaces de la Kdd en los foros de ACPasión y Furgovw:
ACPasión: III Sanabria niños y bolas de nieve
furgovw.org: KDDA Sanabria nieve y niños. Fotos
Hasta la próxima.
Tiene que ser un espectáculos ver tantas autos y furgos juntas por esas carreteras. Qué buen ambiente. Ojalá sirvan también como reclamo y reivindicación. Enhorabuena. Esperamos poder participar cuanto antes.
Sí, forman un gran desfile multicolor que no deja a nadie indiferente y sobre todo por esas carreteras estrechas de montaña.
A ver si coincidimos en alguna kdda, Maider.